Seymour Roger Cray nació el 28 de septiembre de 1925 en Chippewa Falls, Wisconsin (E.E.U.U.), fallecido el 6 de octubre de 1996
OCUPACIÓN: Ingeniero eléctrico estadounidense y arquitecto de supercomputadores que fundó la compañía Cray Research
HIJOS: Susan, Carolyn y Steven
Su infancia y juventud
Su padre (de quien tomó el nombre) era el ingeniero civil de la ciudad, y su madre, Lillian, era la hija de un ministro de la iglesia Metodista. Además del pequeño Seymour, el matrimonio Cray tuvo una hija, llamada Carol, que nació 5 años después que él. Desde el principio, el pequeño Seymour intentó seguir los pasos de su padre. Cautivado por la tecnología, encontró una manera de expresarse en la fotografía a los 10 años de edad. Entusiasmado, construyó un cuarto oscuro en el sótano de su casa, tomó rápidamente varias fotos del patio trasero y las reveló él mismo. Su hermana le ayudaba, sosteniendo las impresiones en blanco y negro, y colgándolas alineadas usando pinzas para tender ropa. Poco tiempo después comenzó su interés por la electrónica. Instaló un sistema de alarma que le permitiría saber si alguien entraba a su cuarto mientras se encontraba en el sótano revelando fotografías. Para ello, hubo de colocar cables a través de toda la estructura de madera de la casa Victoriana que sus padres rentaban en aquel entonces. Y eso sólo fue el principio. Poco después, y cuando estaba todavía en la primaria, colocó cables que le permitían comunicarse con su hermana usando código Morse después de las 10 de la noche en que su padre ordenaba que se apagaran las luces. La adolescencia de Seymour fue, sin embargo, bastante normal. Pasaba los veranos en la pequeña cabaña que su padre construyó junto al río Chippewa, nadando y navegando en bote con su hermana y ocasionalmente con algunos compañeros de escuela. Se dice que le gustaba pescar en el río, además de haber desarrollado un intenso interés en volar cometas, el cual se mantendría hasta su vida adulta. Lo único que distinguió a Cray de los demás adolescentes fue su pasión por la ciencia. Cuando su padre le regaló un juego de Química en un cumpleaños, Cray se emocionó tanto que permaneció sin dormir durante varias noches, a tal grado que acabó enfermándose. Después de graduarse de la preparatoria, en 1943, se unió renuentemente al ejército en el pelotón de comunicaciones de infantería, y arribó a Europa después del desembarco en Normandía. Durante un tiempo vagabundeó por Europa y posteriormente viajó a las Filipinas, donde operaba su equipo de radio desde una caverna en un área muy remota, apoyando a la guerrilla local contra los japoneses.
Su aportación al mundo
Durante los años 50 trabajó en ERA -Engineering Research Associates- y en las compañías que la sucedieron, Remington Rand y Sperry Rand, donde fue uno de los principales responsables del diseño del ordenador UNIVAC 1103. En 1957, junto con otros ingenieros -entre ellos William Norris- fundó una nueva compañía denominada Control Data Corporation, en abreviatura CDC, para la cual construyó el CDC 1604, que fue uno de los primeros ordenadores comerciales que utilizaron transistores en lugar de tubos de vacío.
En 1962, Seymour Cray persuadió a William Norris para que CDC creara un laboratorio para investigar cómo diseñar el ordenador más potente de la época, triunfo que consiguió con su equipo de 30 colaboradores en el año 1963, con el CDC 6600, que batió ampliamente en capacidad de cálculo y en coste al ordenador más potente de que disponía IBM en aquella época.
A finales de la década, Control Data, después de haber sacado al mercado el modelo CDC 7600 -para muchos la primera supercomputadora en sentido estricto- comenzó a perder interés en la supercomputación y Cray pensó en establecerse por su cuenta. En el año 1972 fundó Cray Research, con el compromiso de dedicarse a construir exclusivamente supercomputadores y además de uno en uno, por encargo. El primer producto salido de la factoría -CRAY-1, en 1976- tuvo como destino el Laboratorio Nacional Los Álamos.
En el plazo de tres años, la compañía había vendido seis ordenadores CRAY-1, pero su fundador no se encontraba satisfecho técnicamente, pues pensaba que el diseño de ese sistema no era suficientemente revolucionario, y se embarcó en el diseño de una nueva máquina, el CRAY-2, entre 6 y 12 veces más rápido que su predecesor. Disponible en 1985, disponía de 256 millones de palabras y 240.000 chips. Su empaquetamiento era tan ajustado que el calor generado por la electrónica podía fundir el ordenador, por lo cual su interior se encontraba inundado con líquido refrigerante, y ello provocó el simpático comentario de que el CRAY-2 era en realidad un computador dentro de un acuario.
A mediados de los 80 controlaba el 70% del mercado de la supercomputación. Sin embargo su fundador se encontraba incómodo, pues la problemática empresarial le resultaba escasamente interesante y difícil de soportar. Por ello cedió la presidencia, y dejó la responsabilidad del desarrollo tecnológico de la línea CRAY-2 a un ingeniero lleno de talento, Steve Chen, que concibió y construyó los primeros multiprocesadores de la firma, conocidos como serie X-MP. A su vez Seymour Cray, inició en 1985 el diseño de una nueva serie, CRAY-3, cuyo procesador no se construiría sobre chips de silicio sino de GaAs. Su entrega, inicialmente prevista para el año 1988 sufrió sucesivos retrasos debido a los problemas que causaba la nueva tecnología GaAs, y el proyecto finalmente se canceló.
El inventor se desvinculó entonces de la firma que había fundado años atrás e inició a finales de esa década un nuevo proyecto, pero las condiciones del mercado hacían ya entonces insostenible el esfuerzo inversor necesario para fabricar una supercomputadora que justificase su viabilidad comercial en términos coste/potencia, fundamentalmente debido a los progresos experimentados en las arquitecturas convencionales RISC y CISC. Para sacar al mercado sus nuevas generaciones de ordenadores Cray, invirtió grandes sumas de dinero, lo que le llevó en 1995 a la bancarrota. Su empresa, Cray Research, fue adquirida ese mismo año por Silicon Graphics. En agosto de 1996 formó una nueva empresa llamada SRC Computers, pero debido a su tradicional hermetismo con la prensa, poco pudo saberse de sus planes futuros, excepto que intentaría producir la CRAY-5
En 1962, Seymour Cray persuadió a William Norris para que CDC creara un laboratorio para investigar cómo diseñar el ordenador más potente de la época, triunfo que consiguió con su equipo de 30 colaboradores en el año 1963, con el CDC 6600, que batió ampliamente en capacidad de cálculo y en coste al ordenador más potente de que disponía IBM en aquella época.
A finales de la década, Control Data, después de haber sacado al mercado el modelo CDC 7600 -para muchos la primera supercomputadora en sentido estricto- comenzó a perder interés en la supercomputación y Cray pensó en establecerse por su cuenta. En el año 1972 fundó Cray Research, con el compromiso de dedicarse a construir exclusivamente supercomputadores y además de uno en uno, por encargo. El primer producto salido de la factoría -CRAY-1, en 1976- tuvo como destino el Laboratorio Nacional Los Álamos.
En el plazo de tres años, la compañía había vendido seis ordenadores CRAY-1, pero su fundador no se encontraba satisfecho técnicamente, pues pensaba que el diseño de ese sistema no era suficientemente revolucionario, y se embarcó en el diseño de una nueva máquina, el CRAY-2, entre 6 y 12 veces más rápido que su predecesor. Disponible en 1985, disponía de 256 millones de palabras y 240.000 chips. Su empaquetamiento era tan ajustado que el calor generado por la electrónica podía fundir el ordenador, por lo cual su interior se encontraba inundado con líquido refrigerante, y ello provocó el simpático comentario de que el CRAY-2 era en realidad un computador dentro de un acuario.
A mediados de los 80 controlaba el 70% del mercado de la supercomputación. Sin embargo su fundador se encontraba incómodo, pues la problemática empresarial le resultaba escasamente interesante y difícil de soportar. Por ello cedió la presidencia, y dejó la responsabilidad del desarrollo tecnológico de la línea CRAY-2 a un ingeniero lleno de talento, Steve Chen, que concibió y construyó los primeros multiprocesadores de la firma, conocidos como serie X-MP. A su vez Seymour Cray, inició en 1985 el diseño de una nueva serie, CRAY-3, cuyo procesador no se construiría sobre chips de silicio sino de GaAs. Su entrega, inicialmente prevista para el año 1988 sufrió sucesivos retrasos debido a los problemas que causaba la nueva tecnología GaAs, y el proyecto finalmente se canceló.
El inventor se desvinculó entonces de la firma que había fundado años atrás e inició a finales de esa década un nuevo proyecto, pero las condiciones del mercado hacían ya entonces insostenible el esfuerzo inversor necesario para fabricar una supercomputadora que justificase su viabilidad comercial en términos coste/potencia, fundamentalmente debido a los progresos experimentados en las arquitecturas convencionales RISC y CISC. Para sacar al mercado sus nuevas generaciones de ordenadores Cray, invirtió grandes sumas de dinero, lo que le llevó en 1995 a la bancarrota. Su empresa, Cray Research, fue adquirida ese mismo año por Silicon Graphics. En agosto de 1996 formó una nueva empresa llamada SRC Computers, pero debido a su tradicional hermetismo con la prensa, poco pudo saberse de sus planes futuros, excepto que intentaría producir la CRAY-5
Se sabe que Cray planeaba usar microprocesadores para su siguiente computadora, en un reconocimiento de la madurez de esta tecnología. Pero toda la expectación de la industria se desvaneció la tarde del domingo 22 de septiembre de 1996, cuando Cray se dirigía a su casa después de haber comprado algunos programas en una tienda de su localidad. Al intentar incorporarse a la carretera interestatal 25 en dirección sur, otro vehículo intentó rebasarlo, y se estrelló contra un tercer automóvil que impactó el Grand Cherokee negro de Cray, ante lo cual rodó 3 veces hasta detenerse a la mitad de la autopista. Los paramédicos requirieron de una hora y media para poder sacar a Cray del vehículo. En un hospital local, los médicos se percataron de que se le había roto el cuello, y que tenía un trauma cerebral masivo. Cray nunca volvería a estar consciente. Tres semanas después, el 6 de octubre de 1996, la vida del diseñador de las computadoras más rápidas del mundo finalmente se apagó. Su cuerpo fue cremado, y las cenizas se esparcieron en las montañas de Colorado que él tanto quiso en vida. A su muerte no sólo sus 3 hijos (Susan, Carolyn y Steven) y sus 5 nietos heredarían su legado. Todos los diseñadores de supercomputadoras del mundo han sido y seguirán siendo influenciados por sus innovadoras ideas y por su sueño, casi obsesivo, por construir las computadoras más rápidas sobre la Tierra.
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